Una noche de Halloween, por hacer algo de miedo, Elena y sus amigos decidieron jugar a la Ouija, cosa de la que siempre se arrepentirían. La noche era fría, en el ambiente se notaba un aroma extraño, el grupo buscó una vieja Ouija que la familia de Elena siempre había tenido guardada... Era de su bisabuela, la cual había muerto cuando ellao aún no había nacido, y a la que siempre había querido conocer. Sus amigos hacían eso por diversión, ella con un fin, puesto que quería hablar con su bisabuela.
La sesión comenzó, entre risas sus amigos bromeaban, ella estaba muy seria, concentrada, pero los demás no lo notaron, hasta que cayó un rayo que iluminó toda la habitación oscura, seguido de un trueno, que estremeció hasta el último de los participantes. Asustados por el rayo, sus amigos, se quedaron en silencio, al igual que Elena, concentrándose, de repente, el puntero de la Ouija comenzó a moverse. Preguntaron al unísono, quién era, pero no respondió.
El puntero se movía sin cesar de un lado para otro, sin formar palabras. Al final paró, y lentamente, formó las siguientes palabras: "Estoy yendo a por vosotros".
Era una mujer, que estaba en el pasillo y gritaba, quería entrar en la habitación. El cerrojo estaba echado, no podía entrar, pero parecía que iba a tirar la puberta abajo.
La mujer gritaba desesperada, la puerta iba a caer, así que empujaron la cama para atrancarla. La mujer cada vez más desesperada, gritaba el nombre de Elena. Ella tuvo el impulso de abrir la puerta, pero se contuvo, esos gritos eran desesperados.
Entonces se dió cuenta: Era su bisabuela; algo se lo decía, aunque no podía explicar cómo lo sabía.
Elena se lanzó a abrir la puerta, quería verla, tenía que verla, pero sus amigos la agarraron. Los gritos cesaron, una de sus amigas, tuvo un ataque de nervios. Cuando se acercaron a consolarla, una voz grave y fuerte salió de ella diciendo que no se acercaran, los chicos se quedaron helados.
La mujer del pasillo comenzó a gritar de nuevo: "¡Os lo advertí, y no me hicistéis caso, ahora moriréis!". Una amiga de Elena comenzó a moverse de un lado a otro, diciendo que los mataría. Intentaron abrir la puerta pero no pudieron. Los gritos volvieron a cesar, conseguieron abrir la puerta, Elena salió primero, de repente la puerta se cerró tras ella.
Elena podía oir los gritos aterrorizados de sus amigos, histéricos, pidiendo socorro, dando patadas a la puerta para abrirla.
Escribió sui historia, cuarenta y cinco años después de que ocurriera, al salir de la cárcel, culpada por el asesinato de sus amigos, a los cuales encontró muertos cuando conseguió abrir la puerta de la habitación.
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