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.Pasos en el pasillo.


Estaba durmiendo en la noche en una ruinosa pensión, era lo mas barato y no tenia tiempo para buscar otro lugar en donde cobijarme durante la noche. A medianoche sentí que algo no me dejaba dormir, abrí los ojos y vi que a mi lado había una anciana echada sobre la cama, mirándome fijamente.

- No te asustes - susurró la anciana -. Lo que anda en el pasillo sí te tendría que asustar.

Rodé en la cama y me puse de pie en el lado opuesto al que estaba la anciana. Encendí la luz, la anciana aun permanecía allí, mirándome fijamente a los ojos, y con la mano me señaló el pasillo.

- No hagas ruido, ahí viene por el pasillo - susurró nuevamente.

Presté atención y escuché unos pasos. Los pasos se detuvieron frente a la puerta de mi habitación. La anciana me indicó que guardara silencio con un gesto. Los pasos volvieron a sonar, está vez alejándose por el pasillo. Yo no entendía nada.

¿Qué estaba pasando?

Fui hacia la puerta, entonces ella intento detenerme, pero quería saber que ocurría. En el pasillo aún había algo, aun se escuchaban los pasos. Abrí la puerta y me asomé, para mi sorpresa no vi a nadie, aunque se seguían escuchando los pasos. Cerré la puerta y giré hacia la anciana, ésta sonreía.

- Yo soy la encargada de la limpieza, y sé que es un fantasma que ronda por la pensión. Lo desperté para avisarle, no es bueno que el fantasma lo encuentre dormido, podría darle un susto de muerte - me dijo.

- El susto me lo dio usted. Pero está bien, gracias por avisar, nunca más vendré a este lugar.

Salió sin decir más y me quede solo. No volví a escuchar los pasos. En cuanto amaneció fui hasta la recepción, allí estaba el dueño.

- Bonito lugar tiene usted - comencé a decirle con tono sarcástico -. Claro, esta el pequeño detalle, casi insignificante, ¡de que aquí hay fantasmas! - el dueño me miró algo perplejo, después se pasó la mano por la barbilla como pensando.

- Discúlpeme, tenía mis sospechas, pero como no duermo aquí, no estaba seguro. La limpiadora siempre me lo decía, decía que había fantasmas ¡Y yo no le creí! Ahora ya es tarde para disculparme con ella; murió hace tiempo.

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